domingo, 17 de mayo de 2020

Síndrome de Estocolmo.



Es un estado psicológico en el que la víctima de secuestro, o persona detenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad con su secuestrador. En ocasiones, los prisioneros pueden acabar ayudando a los captores a alcanzar sus fines o evadir a la policía.


Sería entonces una suerte de mecanismo de defensa inconsciente del secuestrado, que no puede responder la agresión de los secuestradores y que se defiende también de la posibilidad de sufrir un shock emocional. Así, se produce una identificación con el agresor, un vínculo en el sentido de que el secuestrado empieza a tener sentimientos de identificación, de simpatía, de agrado por su secuestrador.


CAUSA:


  • Tanto la víctima como el autor del delito persiguen la meta de salir ilesos del incidente, por ello cooperan.
  • Los rehenes tratan de protegerse, en el contexto de situaciones incontrolables, en donde tratan de cumplir los deseos de sus captores.
  • La pérdida total del control que sufre el rehén durante un secuestro, es difícil de digerir. Se hace soportable en el momento en que la víctima se identifica con los motivos del autor del delito.¿Por qué se llama síndrome de Estocolmo?
Origen de la denominación:

Su denominación está vinculada con el síndrome de Estocolmo, que fue definido a partir de un concreto incidente en el que tras un atraco a un banco de Estocolmo, una cajera se enamora de uno de los atracadores.


Síndrome de Jerusalén.


Este extraño síndrome afecta a algunas personas que visitan la ciudad. Aparentemente, se sienten poseídos por un espíritu religioso y místico que les hace presentar comportamientos extraños.

¿QUÉ ES?

Este síndrome se define como un trastorno disociativo histérico. Los enfermos adoptan otra personalidad que, posteriormente, no serán capaces de recordar. El ambiente de espiritualidad de la ciudad antigua de Jerusalén, caracterizado por la religión, la historia, la ideología y la mitología, se ve enriquecido por los sucesos que allí se han dado: guerras, cruzadas, masacres, etc., no dejando indiferente a las personas que lo visitan.
                                           



El primero en identificar clínicamente el síndrome de Jerusalén fue el Dr. Yair Bar-El, un psiquiatra. Después de examinar a más de 400 turistas que habían sido declarados dementes, en su mayoría judíos y cristianos, el doctor encontró algunas características comunes, por lo que pudo llegar a identificar los síntomas que caracterizan este síndrome.

Síndrome de París.

                              

Esta rara enfermedad que afecta especialmente a turistas japoneses tras visitar la capital francesa, como producto de un tremendo shock cultural.

¿QUÉ ES?

En 1986, el psiquiatra japonés Hiroaki Ota describía una extraña enfermedad, diagnosticada especialmente en turistas japoneses que habían visitado recientemente esta ciudad, a la que denominó "síndrome de París". Tuvieron que pasar casi dos décadas para aquel primer diagnóstico fuera luego confirmado en la revista francesa Nervure-Journal de Psychiatrie.

La enfermedad, que afecta anualmente a una veintena de turistas japoneses, se debe al fuerte contraste cultural existente entre las expectativas de los nipones y la realidad parisina.

                                             

             

La realidad cuando muchos de estos turistas visitan París se abre ante los japoneses. En lugar de tanto paisaje ilusionante y tranquilo, la capital francesa respira bullicio, prisa y estrés. Lo normal en una gran ciudad, nada diferente a la rutina habitual de otras capitales europeas, como Londres, Berlín o Madrid. Sin embargo, la idealización de la ciudad francesa es tal que puede afectar sobremanera a los turistas japoneses, debido a la idealización de la cultura francesa en la sociedad nipona.

Síndrome de Tricotilomanía.


Es un trastorno que consiste en arrancarse compulsivamente los pelos de distintas partes del cuerpo, produciendo un fuerte sufrimiento porque desfigura la imagen de la persona o porque incrementa el estrés y la ansiedad.

La tricotilomanía tiene una prevalencia del 1% de la población general y afecta tanto a hombres como a mujeres, sin embargo, las mujeres tienden a buscar tratamiento al hacerse consciente de ella.

SÍNTOMAS:

Síntomas de la tricotilomanía

La tricotilomanía es un trastorno que puede aparecer a los 13 años de edad, y se considera como un trastorno del control de impulsos.

Es un trastorno parecido a la cleptomanía, piromanía y al juego patológico. De igual forma se le vincula con el Trastorno Obsesivo-Compulsivo, debido a que los síntomas son similares.

Por otra parte, los síntomas pueden aparecer ante un evento estresante como abusos, conflictos en el hogar, cambio de colegio, pérdida de un familiar, entre otros.

Los síntomas más frecuentes son:

  • Las pérdida notable del cabello a causa del impulso incontrolable de arrancárselo
  • Un incremento de la percepción de tensión justo antes de tirarse del cabello
  • También se presenta un aumento de la percepción de tensión ante el intento de resistencia a arrancarse el cabello
  • Placer, gratificación o liberación al tirar del pelo
  • Cuando esta alteración no se explica por otro trastorno mental o condición médica, se trata de la tricotilomanía
  • Malestar significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad
  • Pérdida de autoestima como consecuencia de la alopecia parcial causada por arrancarse el cabello.

CAUSAS:

Con respecto a las causas, no hay una específica. Sin embargo, sí hay factores que contribuyen a la aparición de este tipo de trastorno.

A nivel biológico se ha identificado que las personas que presentan tricotilomanía, generalmente tienen un desajuste neuroquímico a nivel cerebral, principalmente es un déficit de serotonina.

Otro factor causante de este trastorno es la predisposición genética.

De igual forma, puede presentarse debido a la combinación de los factores anteriores con una circunstancia agravante, como un evento traumático.

Hay expertos que aseguran que los síntomas de la tricotilomanía pueden ser provocados debido a los cambios hormonales de la pubertad.

TRATAMIENTO:

Existen dos tipos de tratamientos fundamentales para este trastorno del control de impulsos.

Uno de esos tratamientos es la farmacología, que puede aliviar los síntomas. Se basa en medicamentos como estabilizadores del estado del ánimo o antidepresivos.

Este tipo de tratamiento debe ser prescrito por un médico especialista en trastornos de control de impulsos y mentales, pues de los contrario te estarás exponiendo a efectos secundarios.

Bajo ninguna circunstancia se recomienda la automedicación pues los riesgos de peligro pueden ser mayores.

Otro tipo de tratamiento, que incluso se recomienda aun cuando se lleve un tratamiento farmacológico, es la psicoterapia.

El más común es la terapia cognitivo conductual, debido a su efectividad para el control de impulsos y la transformación de conductas.



Síndrome de Diógenes.



El nombre es atribuido a un famoso filósofo griego quien vivía recluido en un barril de vino. 

¿QUÉ ES?
La observación de casos repetidos de personas con comportamientos extremadamente huraños que vivían recluidos en sus propios hogares y rehuían cualquier contacto con otras personas motivó la aparición en la década de los 60 de un trabajo científico que detallaba este patrón de conducta.

Las personas con el síndrome de Diógenes se caracterizan por acumular en su casa grandes cantidades de basura y desperdicio. 


Quienes lo sufren, generalmente personas de la tercera edad que viven solas, tienden a acumular muchos objetos y desperdicios en su hogar.

La persona enferma no tolera la vida en sociedad. Si bien es catalogada como una enfermedad psiquiátrica, también tiene un fuerte componente psicológico.

Al menos la mitad de los pacientes que padecen esta enfermedad sufren alguna clase de enfermedad mental: los diagnósticos relacionados más frecuentes suelen ser la demencia, la depresión psicótica y trastornos de personalidad.

Esta enfermedad es más común en mujeres que en hombres, sobre todo en aquellas que están viudas. 


Síndrome de Cotard


“El trastorno que hace que las personas crean que están muertas”.

Si bien la característica más conocida de este síndrome es la creencia de estar muerto, lo cierto es que quienes padecen este trastorno tienen otros tipos de negación delirante.

"El síntoma de estar muerto puede o no estar presente".

De hecho, continúa el experto, algunas personas pueden creer que son inmortales, "o bien pueden coexistir con los dos delirios".

Y es esta coexistencia de esas dos creencias tan contradictorias lo que lleva a algunos pacientes a una situación de suicidio.

"La persona, como tiene esta negación de su propia vida, o de sus propios órganos corporales, puede llegar a cometer actos mucho más dramáticos". "Hay pacientes que se han mutilado".

El síndrome de Cotard se presenta en condiciones psiquiátricas o neurológicas muy distintas.

Los pacientes con esquizofrenia pueden llegar a tener este trastorno, los estados de depresión psicótica, la enfermedad de Parkinson, la enfermedad cerebrovascular o las infecciones cerebrales también pueden desencadenar este trastorno.


CAUSA.

Todavía no se sabe a ciencia cierta qué causa el síndrome de Cotard.

Una de las hipótesis más aceptadas es la del experto australiano en ciencia cognitiva Max Coltheart.

Un facto para el delirio es: una anomalía neurobiológica que produce mecanismos neuropsicológicos alterados y que lleva a una experiencia subjetiva altamente anormal.

Como por ejemplo:

la pérdida de la memoria emocional que hace que el paciente experimente una falta extrema de familiaridad con una situación de su vida, su cuerpo o su identidad.

"También se requiere de una falla de los mecanismos lógicos que se conoce como el sistema de evaluación de creencias; porque una persona puede tener problemas de despersonalización, pero no llegar a la conclusión de que está muerta".




Síndrome de Tourette.




En el síndrome de Tourette las personas sufren de movimientos involuntarios.

Trastorno del sistema nervioso caracterizado por movimientos repetitivos o sonidos no intencionales.

SINTOMAS.

Por lo general, se puede realizar un autodiagnóstico
Incluye movimientos repetitivos o sonidos no deseados (tics) que no se pueden controlar, como el parpadeo constante, el encogimiento de hombros o el uso intempestivo de palabras ofensivas.




Las personas pueden sufrir:
Comportamiento: comportamiento compulsivo, impulsividad, falta de autocontrol, hiperactividad, movimientos repetitivos, repetición incoherente de palabras, repetición sin sentido de palabras propias o uso sin control de palabras obscenas
Muscular: tic, aumento de la actividad muscular, contracción muscular involuntaria, dificultad para mover el cuerpo, espasmos musculares o movimientos involuntarios
Estado de ánimo: ansiedad o temor
También comunes: carraspeo crónico, discapacidad de aprendizaje, espasmos involuntarios de los párpados, parpadeo repetitivo, tartamudez o tos.

TRATAMIENTO.
El tratamiento consiste en cuidado personal y terapia
El tratamiento incluye el uso de medicamentos o psicoterapia.


DIAGNOSTICO.

Entre los criterios utilizados para diagnosticar el síndrome de Tourette se incluyen los siguientes:

  • Hay tics motores y vocales presentes, aunque no necesariamente al mismo tiempo
  • Los tics ocurren varias veces al día, casi todos los días o intermitentemente, durante más de un año
  • Los tics comenzaron antes de los 18 años de edad
  • Los tics no son consecuencia de medicamentos, otras sustancias u otro trastorno médico
  • Los tics deben cambiar con el tiempo en ubicación, frecuencia, tipo, complejidad o gravedad.


Esta enfermedad es muy conocida por BILLIE EILISH.


Síndrome de Tourette.

En el síndrome de Tourette las personas sufren de movimientos involuntarios. Trastorno del sistema nervioso caracterizado por movimientos re...